Capitulo 0
INTRO
No sabíamos el porque cambiaban todas las maquinas de resonancia del planeta. Al parecer era un nuevo avance tecnológico, traería ventajas a la hora de hablar de temas como cáncer o sida.
A estas alturas de la evolución es fácil creerlo.
Todas las maquinas que no fueran de esa versión, por muy recónditas en el mundo que estuvieran, fueron destruidas.
Los que somos capaces de cuestionar las cosas, comenzamos la investigación. Cambiaron así muchas otras cosas para pasar desapercibido, nuevos reproductores, pantallas, computadores. Pero esto era demasiado específico.
A las dos semanas de su lanzamiento, cada universidad de medicina, cada centro médico, policlínico y hasta incluso centro rural poseía una de esas.
Días antes de que todo hubiese ocurrido, cada persona en su lugar de desenvolvimiento, ya sean escuelas, universidades o trabajos, fueron forzados a vacunarse contra un nuevo virus en que trabajan los “terroristas”. Ja. En esos días murieron unos cuantos.
Los que dudan somos muchos. Uno de ellos logró esconder una maquina antigua. Por suerte.
Fui yo el primero en probarla y descubrir que ocurría. Podría morir o vivir, que importaba a esas alturas.
La maquina lanzó un error. Mi pecho se apretó, y sentía como si el corazón quisiera escapar de esa tortura. Una leve marca se incrusto en mi pecho, desde dentro hacia fuera. Un cuadrado al parecer.
En mi mano estirada sentí la fría sensación del bisturí, mi mejor amigo me lo entregaba. Ya sabía que debía hacer.
El corte fue leve.
No fue necesario mucho para ver el brillo metálico de esa maldita cosa. Otras diecinueve cabezas miraban con atención.
Brotó un poco de sangre, luego tome las tijeras, arrastré con suavidad. El metal se oscureció y se volvió un verde petróleo.
No más de 5mm2.
Esa fue la maldita inyección. A ratos parecía que la cosa se movía con sus diminutas patas.
Quizás aportaba su leve dosis de demencia, para hacerlo más fácil.
No se quien era. Pero rápidamente me curó el pecho. El amigo bueno me trajo la chaqueta.
Sobre la mesa metálica lo dejé, todas las miradas se depositaban sobre el, cada una dando un pequeño resumen de lo que podría ser.
El tiempo que tuve de que la sicosis me corrompiera en aquellos años fue suficiente para investigar lo necesario.
Abrí mi teléfono móvil. Saqué la tapa y la batería.
Luego sobre la misma mesa metálica puse lo más importante del móvil
Fue cosas de segundos para comparar tamaños y colores.
Los malditos ya habían empezado.
____________________________________________________
Capitulo 1
https://revistacaos.activo.mx/accion-f7/cap-2-comenzo-t2.htm#3
Capitulo 2
https://revistacaos.activo.mx/accion-f7/cap-2-comenzo-t2.htm#4
INTRO
No sabíamos el porque cambiaban todas las maquinas de resonancia del planeta. Al parecer era un nuevo avance tecnológico, traería ventajas a la hora de hablar de temas como cáncer o sida.
A estas alturas de la evolución es fácil creerlo.
Todas las maquinas que no fueran de esa versión, por muy recónditas en el mundo que estuvieran, fueron destruidas.
Los que somos capaces de cuestionar las cosas, comenzamos la investigación. Cambiaron así muchas otras cosas para pasar desapercibido, nuevos reproductores, pantallas, computadores. Pero esto era demasiado específico.
A las dos semanas de su lanzamiento, cada universidad de medicina, cada centro médico, policlínico y hasta incluso centro rural poseía una de esas.
Días antes de que todo hubiese ocurrido, cada persona en su lugar de desenvolvimiento, ya sean escuelas, universidades o trabajos, fueron forzados a vacunarse contra un nuevo virus en que trabajan los “terroristas”. Ja. En esos días murieron unos cuantos.
Los que dudan somos muchos. Uno de ellos logró esconder una maquina antigua. Por suerte.
Fui yo el primero en probarla y descubrir que ocurría. Podría morir o vivir, que importaba a esas alturas.
La maquina lanzó un error. Mi pecho se apretó, y sentía como si el corazón quisiera escapar de esa tortura. Una leve marca se incrusto en mi pecho, desde dentro hacia fuera. Un cuadrado al parecer.
En mi mano estirada sentí la fría sensación del bisturí, mi mejor amigo me lo entregaba. Ya sabía que debía hacer.
El corte fue leve.
No fue necesario mucho para ver el brillo metálico de esa maldita cosa. Otras diecinueve cabezas miraban con atención.
Brotó un poco de sangre, luego tome las tijeras, arrastré con suavidad. El metal se oscureció y se volvió un verde petróleo.
No más de 5mm2.
Esa fue la maldita inyección. A ratos parecía que la cosa se movía con sus diminutas patas.
Quizás aportaba su leve dosis de demencia, para hacerlo más fácil.
No se quien era. Pero rápidamente me curó el pecho. El amigo bueno me trajo la chaqueta.
Sobre la mesa metálica lo dejé, todas las miradas se depositaban sobre el, cada una dando un pequeño resumen de lo que podría ser.
El tiempo que tuve de que la sicosis me corrompiera en aquellos años fue suficiente para investigar lo necesario.
Abrí mi teléfono móvil. Saqué la tapa y la batería.
Luego sobre la misma mesa metálica puse lo más importante del móvil
Fue cosas de segundos para comparar tamaños y colores.
Los malditos ya habían empezado.
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Capitulo 1
https://revistacaos.activo.mx/accion-f7/cap-2-comenzo-t2.htm#3
Capitulo 2
https://revistacaos.activo.mx/accion-f7/cap-2-comenzo-t2.htm#4
Última edición por ShadowLighty el Lun Oct 18, 2010 12:41 am, editado 1 vez